Práctica de semejanzas compartidas
En nuestras relaciones muchas veces tendemos a fijarnos en lo que nos diferencia o separa, lo que fomenta la distancia, el aislamiento o el odio. Para ser más realistas, necesitamos concienciar lo que compartirnos, o nos une a otro ser humano.
Sugerimos la siguiente práctica:
TIEMPO REQUERIDO: Tómate 10 minutos para seguir los pasos indicados abajo. Repite estos pasos con otra persona diferente al menos una vez por semana.
- Piensa en una persona en tu vida que parece ser completamente diferente a tí en todos los aspectos que puedas imaginar. Puede ser que tenga diferentes intereses, diferentes creencias políticas o religiosas, o diferentes experiencias. Puede ser incluso alguien con quien tengas un conflicto personal, o que pertenece a un grupo que esta en conflicto con un grupo al que tu perteneces.
- Siguiente paso: haz una lista de todas las cosas que tienes en común con esta persona. Quizá ambos trabajáis para la misma empresa o vais a la misma escuela. Puede ser que ambos tengáis hijos. O probablemente ambos hayáis perdido a un ser querido o hayáis tenido una ruptura en algún momento. En un nivel más amplio, ambos pertenecéis a la especie humana, lo que significa que compartís el 99,9% del DNA.
- Revisa esta lista de cosas en común. ¿Te dan una nueva visión de esta persona? En lugar de ver a esta persona como alguien extraño, o como miembro de un grupo ajeno, trata de ver ahora a esta persona como un individuo, alguien cuyos gustos y experiencias pueden coincidir con los tuyos de diversos modos.
- Repite este ejercicio cuando encuentres a alguien que inicialmente parezca muy diferente a ti, con alguien que tengas un conflicto, o con quien te haga sentir incómodo.
Fuente original: Greater Good in Action
Virginia Barba – Psicóloga Benidorm