Vivir en pareja
Compartir la vida con alguien con el que se tengan muchas similitudes y algunas diferencias constructivas, sentirse querido y deseado es algo que genera bienestar. Aporta salud psicológica y física a las personas siempre que la relación sea sana, armónica y respetuosa. El amor es estupendo para el físico y lo psicológico si se vive en libertad. Aumentan las hormonas relacionadas con sentimientos de bienestar, contento y felicidad como la oxitocina, dopamina… y disminuyen las hormonas relacionadas con el estrés como el cortisol. Incluso se alarga la vida según indican los estudios frente a los que viven solos y solteros.
Sentirnos queridos y deseados mejora la imagen que tenemos de nosotros mismos elevando la autoestima, lo que viene muy bien para afrontar el día a día. El amarse a uno mismo en primer lugar y amar a otro es algo que ayuda a vivir con ilusión y a lidiar con las adversidades mejor.
Hay desventajas de vivir en pareja como los roces en la convivencia por gustos y hábitos distintos por ejemplo. Conviene saber negociar y llegar a acuerdos para equilibrar y que cada miembro se sienta bien. Abordar aquellos problemas que vayan surgiendo en el día a día y buscar ayuda si no se saben resolver. Nunca estancarlos.
No es tarea fácil, emparejarse satisfactoriamente e ir construyendo una relación sana, dinámica… Cuidarse y mimarse cada día. Donde la comunicación asertiva, sea el pilar fundamental en el que se sustente junto a la aceptación y compromiso. Donde ambos preserven sus respectivas individualidades desde el respeto y la comprensión. Intercambiar reforzadores es muy necesario. Mantener viva la llama de la pasión. Se requiere dedicación, entrega, motivación y mucho trabajo pero, si se consigue, el esfuerzo habrá merecido la pena.
No hay que venirse abajo si no encontramos pareja en los términos descritos. A nivel individual tenemos mucho trabajo que hacer para potenciar y desarrollar nuestros recursos internos. No podemos olvidar que la felicidad está en nosotros mismos. Quizá no podamos compartir con una pareja nuestro amor, pero sí podemos expandirnos y dar amor a los demás. Cuanto más nos amemos a nosotros mismos, más capacidad tendremos de amar a los demás y liberarnos y liberar del sufrimiento generando bienestar y felicidad. Sin duda alguna, merece la pena intentarlo e ir en esa dirección encontremos pareja en el camino o no.