Parte II
¿Qué es un episodio maníaco?
Un episodio maníaco es un periodo, de al menos una semana de duración, en el la persona nota una gran sensación de euforia y alegría que inunda su forma de pensar, sus emociones y sus acciones.
Se vuelven especialmente optimistas. La autoestima y la imagen de uno mismo mejoran enormemente: “soy el mejor, tengo ideas geniales, soy el más guapo”; “la gente me adora, todos me quieren” y la visión del mundo y del futuro también se colorea de color de rosa: “la vida es maravillosa, he nacido para disfrutar, seré rico, famoso…”.
Las emociones se ven desbordadas. La sensación de alegría se convierte en euforia y extrema felicidad. Se reduce la necesidad de sueño y en algunos casos desaparece completamente. Se nota una gran sensación de energía y vitalidad. Aunque puede aumentar el apetito, como parte del hedonismo desbocado, lo habitual es que “se les olvide” comer y beber. El deseo sexual aumenta, alterando su conducta sexual. A medida que el episodio avanza, la irritabilidad y el enfado también avanzan, pudiendo llegar a la agresividad física.
En casos extremos hay tanta hiperactividad e inquietud, que la persona literalmente no puede estar quieta. Es característico que gaste mucho dinero, compras excesivas e innecesarias. Pueden llegar a ser promiscuos sexualmente. Se habla muy rápido, de forma verborreica y desorganizada. Pueden llegar a realizar conductas que normalmente no harían como juego, consumo de alcohol, drogas o conductas temerarias.
El funcionamiento del cerebro en términos de sistema se ve alterado. Los pensamientos van muy rápidos, pensando simultáneamente en varias líneas de pensamiento. Algunos lo describen como tener una radio sintonizada al mismo tiempo y diferentes canales. Con semejante actividad, les resulta difícil mantener la atención ante estímulos externos concretos y muy difícil recordar de manera eficaz.
Un porcentaje significativo de personas en manía sufren también cambios de tipo esquizofrénico. Pueden tener alucinaciones y también pensamientos de tipo delirante.
El ritmo o velocidad de instalación de un episodio maníaco suele ser mucho más rápido que el de un episodio depresivo. Normalmente unos días, unido a que al principio las sensaciones que la persona nota son extremadamente agradables hace que les resulte muy difícil que sientan los cambios que se producen y por tanto no busquen ayuda impidiendo la prevención de recaídas, especialmente si vienen de un episodio depresivo, buscando una compensación por lo mal que han estado.
¿Qué es un episodio hipomaníaco?
Un episodio hipomaníaco es un periodo de al menos cuatro días de duración en que la persona nota cambios cognitivos, emocionales y conductuales muy parecidos a los que se experimenta en un episodio maníaco, pero de una manera más suave y atenuada. Estas alteraciones no provocan deterioro social, laboral o familiar. Es muy probable que pase desapercibido.
Histórico y culturalmente hay un mito muy extendido entre los propios bipolares y en parte de la población general, que afirma que dentro de la manía se puede brillar en quehaceres intelectuales, artísticos o científicos. Sin duda alguna, este mito es falso. En fase maníaca siempre se acaba perdiendo el control.
¿Qué es un episodio mixto?
Un periodo mixto o periodo de manía disfórica es un periodo de al menos una semana de duración en que la persona nota cambios cognitivos, emocionales y conductuales compatibles tanto con un episodio maníaco como con uno depresivo. En cada persona es diferente. Algunos pasan de estar maníacos a estar deprimidos en cuestión de horas. Otros pueden sufrir al mismo tiempo síntomas depresivos y síntomas maníacos. Por ejemplo, podrían notar la aceleración, la hiperactividad, la energía y el insomnio característicos de la manía y, al mismo tiempo, tener el estado de ánimo muy bajo y que su mente esté invadida por pensamientos característicamente depresivos.
Los suelen sufrir entre el 6 y el 10% de las personas con un trastorno bipolar I y provocan el nivel de sufrimiento mayor de todo el espectro bipolar.
Los periodos mixtos o de manía disfórica, son fenómenos psicopatológicos más complejos de lo que se cree. No tenemos aún toda la información necesaria para comprenderlos adecuadamente y poder mejorar la eficacia terapéutica.
TIPOS DE TRASTORNO BIPOLAR
Trastorno Bipolar I
Para que una persona reciba el diagnóstico de trastorno bipolar I tiene que haber sufrido, al menos, un episodio depresivo y un episodio maníaco o mixto. Afecta a hombres y mujeres por igual.
Trastorno Bipolar II
Para que una persona reciba el diagnóstico bipolar II tiene que haber sufrido al manos un episodio depresivo y uno hipomaníaco. Afecta más a mujeres.
Trastorno Bipolar Ciclotímico
Para que una persona reciba el diagnóstico de trastorno bipolar ciclotímico tiene que estar notando alteraciones del estado de ánimo al menos durante dos años. Estas alteraciones incluirán síntomas maníacos y depresivos pero no lo suficientemente severos ni con la suficiente duración como para poder hablar de episodios depresivos, maníacos o hipomaníacos. Aparece durante la adolescencia y afecta igual a hombres y mujeres.
Y para terminar, repito lo mencionado en la parte I del trastorno bipolar: Es crucial saber que el tratamiento farmacológico es imprescindible y supone más del 90% del éxito. La terapia Cognitivo-Conductual es una pequeña ayuda. La Terapia Cognitivo-Conductual va encaminada a aumentar la calidad de vida y a reducir el número de episodios.
Lectura inspiradora: Terapia-Conductual para el Trastorno Bipolar
(Juan Sevilla y Carmen Pastor)