Yoga
Son muy habituales las actitudes de practicantes del hatha yoga que se enfocan en el HACER (ensayar muchas posturas y movimientos), centrándose en buscar LOGROS como adquirir mayor flexibilidad, fortaleza y equilibrio, y MEJORAS (p.e. conseguir efectos terapéuticos o calma mental). Es menos frecuente valorar el yoga como práctica de la presencia y como cultivo de actitudes meditativas (paciencia, aceptación,…) No se trata de negar los beneficios de la práctica, (que podemos considerar como un valor añadido), sino de ir más allá de los resultados o expectativas y recordar que lo importante es cultivar la consciencia.
En las últimas décadas ha aumentado la oferta y variedad de estilos de hatha yoga, así como de técnicas de meditación. Lo cual puede confundir al principiante que se inicia en este camino. Afortunadamente la esencia del Yoga permanece, a pesar de las nuevas formas. Tampoco son nada nuevo las técnicas de meditación mindfulness. Lo novedoso y prometedor es su divulgación en Occidente, su reciente aplicación en el campo de la salud, de la psicología clínica, de la educación y el desarrollo personal y que sus técnicas estén siendo estudiadas y ratificadas por la investigación científica de los últimos años.
Sea cual sea la práctica que uno elija, la cuestión importante radica en comprobar si sirve para ampliar la consciencia y el autoconocimiento, si nos hace más centrados, más bondadosos,… más auténticos.