Continuación…
Integrando los obstáculos en la práctica
Si hemos incorporado en nuestro trayecto vital una determinada práctica de consciencia, ya sea yoga, mindfulness u otra disciplina meditativa, entramos en un proceso de autoconocimiento, no exento de dificultades.
Tal como escribió Machado “se hace camino al andar”, nuestro viaje se desarrolla según avanzamos. Aprender a poner atención en el viaje es lo que llamamos camino. Muchos maestros han señalado que el camino es la meta. Esto significa que lo que experimentamos como obstáculos es percibir que nuestras expectativas se derrumban. Quizá habíamos idealizado la práctica, obviando las dificultades que siempre aparecen. Pero los mismos obstáculos se pueden ver de modo diferente, como la base para reajustar nuestra atención y trabajar con lo que surja, sea una sensación de satisfacción y congruencia, o una de resistencia y aburrimiento.
Avanzando en el camino, a veces vivimos resistencia a la misma práctica. Podemos encontrar fuertes patrones resistentes que puede ser difícil superar (ansiedad, pereza, frivolidad, resentimiento, depresión, por citar algunos-) y que pueden hacernos sentir que no tiene sentido continuar cultivando la consciencia.
El enfoque revolucionario que podemos tomar es considerar los obstáculos como hitos del camino. Nuestra irritación, aburrimiento, movimientos emocionales, mente errante, o cualquier dificultad sería la base de la práctica. Al examinar estos aspectos difíciles de la experiencia y por tanto permitir que existan, sin juicio o manipulación, estamos entrando en un espacio más amplio, nuevo y creativo.
El lema Observar y dejar ir significa que cuando prestamos atención a la respiración y nos damos cuenta de que estamos perdidos en una fantasía o reviviendo un drama, simplemente lo etiquetamos como pensando, y regresamos a la respiración. No hay necesidad de juzgar o evaluar más. Simplemente dejamos ir. NO necesitamos reprimir o ignorar el pensamiento. Tomamos contacto con nuestros pensamientos y emociones, nos familiarizamos con los movimientos y patrones de la mente sin engancharnos en su tren.
Esta exploración incluirá desde luego las ondas de pensamientos negativos y emociones que a veces forman una ola de resistencia a la práctica misma. Cuando la resistencia crece, puede ser útil recordar nuestra motivación inicial para practicar, renovar la intención y simplemente seguir adelante.
Aquí abajo puedes ver el genial e inspirador corto sobre la mosca y el meditador