Tener cambios de humor es algo normal, incluso sin que estemos viviendo sucesos negativos. Pero si no sabemos manejar estos vaivenes emocionales de una forma adecuada estos pueden acabar interfiriendo en nuestras relaciones sociales o en nuestro trato con otras personas.
Estos cambios emocionales pueden afectar a nuestro rendimiento laboral o de estudio ya que un estado de ánimo bajo pueden llevar a la desmotivación, la apatía y a una falta de productividad.
Aprendiendo a manejar nuestros cambios de humor
Cuando te des cuenta de que tu humor se desestabiliza, sigue las siguientes pautas de Virginia Barba psicóloga, para manejar mejor tus cambios de humor. Si eres perseverante, es probable que tu estado de ánimo en general mejore.
1. Establecer una serie de rutinas calmantes
Nadie mejor que nosotros mismos sabemos qué cosas nos relajan, calman o sosiegan y qué otras pueden llegar a activarnos todavía más. Por lo tanto, es recomendable encontrar una serie de rutinas o lugares con los cuales podamos estabilizar nuestras emociones.
Rutinas como escuchar algo de música, salir a pasear o tomar una bebida caliente o fría pueden ayudarnos a serenar nuestro humor. Una vez identificada nuestra rutina ideal debemos completarla cada vez que aparezca un cambio de humor. Poco a poco se convertirá en una especie de ritual que nos ayudará cada vez más.
2. Saber cuándo alejarse
Ser consciente de cuándo nuestro estado de ánimo está interfiriendo en las interacciones con los demás es esencial. Saber cuándo nuestras emociones pueden llegar a controlarnos es vital para interrumpir una discusión que sabemos de antemano que no podremos afrontar.
Los cambios repentinos de humor suelen acusarse más con las discusiones, por lo que vale la pena apartarse por unos momentos y volver cuando nuestra mente esté más despejada y nuestro ánimo haya vuelto a la normalidad.
3. Pensar antes de hablar
Este punto se encuentra muy relacionado con el anterior. Otra clave fundamental para que los cambios de humor no nos dominen es la de pararnos por un momento a pensar antes de contestar a la otra persona movidos por nuestras emociones.
4. Descansar de vez en cuando
En muchos de los momentos en los que experimentamos cambios repentinos en nuestro humor o en nuestro estado de ánimo una buena opción es tomarnos unos momentos para descansar y calmar la inestabilidad emocional.
Un cambio de contexto o de lugar es útil para despejar nuestras ideas. En los casos en los que las emociones nos invadan, es muy recomendable parar un momento, contar hasta diez y distraernos con cualquier otra cosa que nos ayude a relajarnos.
5. Hacer ejercicio
Realizar ejercicio aumenta los niveles de dopamina en sangre. Este neurotransmisor ejerce un papel esencial a la hora de regular nuestro estado de ánimo y hacernos sentir mejor.
No obstante, no es necesario realizar una gran cantidad de ejercicio al día. Dar pequeños paseos de uno 30 minutos aproximadamente puede ayudarnos a manejar y contener las emociones negativas que pueden aparecer durante un episodio de cambios de humor.
6. Hablar con alguien de confianza
Cuando los cambios de humor nos invaden y la angustia se apodera de nosotros puede ser de gran ayuda hablar con una persona de confianza.
Manifestar nuestras preocupaciones y expresar nuestros sentimientos a alguien con quien podamos confiar hará que nos sintamos mejor, que calmemos nuestros ánimos y, algo muy importante, hará que no nos sintamos solos ante estas situaciones.
No obstante, si estos cambios de humor aparecen de manera recurrente, lo más recomendable es acudir a un psicólogo o especialista en salud mental del ámbito médico que nos pueda ayudar
7. Escribir
Escribir acerca de nuestros sentimientos puede servir de gran ayuda a la hora de desahogarnos, poner nuestras ideas en orden y ser conscientes acerca de qué circunstancias desencadenan o facilitan estos cambios.
Si además, registramos estos cambios diariamente podemos ser mucho más conscientes de nuestras fluctuaciones, saber qué las provoca o si existe algún patrón de comportamiento determinado. De esta manera nos será más fácil preverlas y, en la medida de la posible, evitarlas.
8. Saber qué nos provoca los cambios de humor
Aunque en muchas ocasiones no somos conscientes de los estímulos o hechos que nos alteran el estado de ánimo, es aconsejable conocer qué situaciones, temporadas o estímulos pueden ejercer un efecto sobre nuestro humor. De este modo será algo más fácil manejar los cambios de humor.