problemas de convivencia

Cuando son problemas de convivencia

Primera parte… cuando los problemas son de convivencia…

La vida en común de dos personas hace que sea inevitable que surjan fricciones en el día a día. Es poco común que las pautas más básicas personales coincidan con las de tu pareja, si no coinciden, puede generar desacuerdos. Los problemas de convivencia en la pareja son una parte ineludible de toda relación sentimental. Cuestiones como la limpieza del hogar, el reparto de tareas, los horarios, etc., pueden terminar por convertirse en asuntos desagradables.

Para que la relación de pareja se desarrolle adecuadamente, ambas partes deben entender la necesidad de adaptarse mutuamente, no estancar los problemas e intentar darles solución. Conviene ser flexible. En este sentido, la capacidad de negociar y de asumir compromisos es imprescindible para garantizar una vida en común satisfactoria.

Sería irreal pensar en evitar la aparición de discrepancias, lo funcional es aprender a gestionarlas. Partiendo de este enfoque, es más fácil comprender mejor la casuística a la que nos enfrentamos; los problemas de convivencia en la pareja son, en efecto, consecuencia de la inmadurez de la relación. Más que su origen, lo importante es cómo son tratados y las actitudes que desarrollamos para afrontarlos.

Esto se debe a que, al comienzo de una relación, mostramos a la otra persona nuestra mejor faceta. Sin embargo, en el momento en que comenzamos a convivir, esto ya no es posible; a partir de ese momento nuestra pareja puede ver realmente como somos. Se muestra nuestra personalidad al completo, incluso en aquellos aspectos más íntimos de los que no nos sentimos orgullosos. Por ello, gestionar estas situaciones requiere de gran madurez, flexibilidad y tolerancia por ambas partes.

¿Por qué motivos puedo tener problemas de convivencia en la pareja?

Los motivos que pueden dar lugar a problemas de convivencia en la pareja son muy variados; no obstante, podemos identificar una serie de elementos subyacentes que comúnmente se producen en las relaciones conflictivas.

Así, se trata no tanto de factores desencadenantes, sino más bien de ingredientes de fondo. Este tipo de circunstancias ponen la base para que los conflictos y desavenencias se reproduzcan y perpetúen en el tiempo.

Elementos que subyacen a los problemas de convivencia en la pareja:
  • Inmadurez: se da cuando la pareja no sabe gestionar conflictos adecuadamente. Esto puede dar lugar a que cualquier pequeña desavenencia, por insignificante que sea, termine por generar problemas recurrentes. Esta inmadurez implica la falta de capacidades básicas para el desarrollo de una relación, como la empatía o la tolerancia.
  • Desigualdad: otra de las causas comunes se produce cuando la relación no está equilibrada. Esto suele percibirse en cuestiones aparentemente irrelevantes, como el reparto de tareas o responsabilidades; sin embargo, estos detalles suelen esconder factores más importantes, como el equilibrio de poder en la relación. Sea como sea, esto no significa que una pareja solo pueda funcionar si es totalmente equitativa, con un reparto de tareas y responsabilidades al 50%, sino que la distribución que se haga debe ser consensuada y aceptada por ambos miembros de la relación.
  • Falta de compromiso: la relación de pareja es posiblemente una de las facetas más complejas y agotadoras de la vida. Aunque la pareja es una fuente de inspiración y apoyo, también lo es de frustración y conflicto. Esto significa que es imprescindible contar con un fuerte compromiso para hacer que la relación funcione. En caso contrario, lo más habitual sería tirar la toalla ante las primeras adversidades.
  • Problemas de intimidad de la pareja: la intimidad implica además de la sexualidad otros aspectos, como la complicidad, la confianza o el conocimiento de los deseos y necesidades del otro. Estos son los elementos básicos que permiten gestionar adecuadamente los conflictos. Cuando la intimidad de la relación está comprometida, es muy probable que se produzcan problemas de convivencia en la pareja.

Continuará…

Virginia Barba

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